MEDIDAS ANTITERRORISTAS
Hasta ahora, los agentes solo podían seguir portando su arma reglamentaria durante el trayecto entre sus domicilios y sus puestos, bajo estrictas condiciones, y siempre y cuando portaran el chaleco antibalas. A partir de ahora, aquellos que lo deseen podrán portarla en todo momento junto con el brazalete policial.
El portavoz de la Policía Nacional, Jérôme Bonnet, ha explicado, en declaraciones a la cadena BFM, que la decisión se adoptó el martes y "ya es aplicable", si bien tendrá que ser confirmada por un comité técnico presidido por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, el próximo 30 de noviembre.
Según ha aclarado, la medida "relaja considerablemente las condiciones para portar el arma a los policías fuera de servicio, para permitirles en caso de peligro protegerse y proteger a la población en lugares públicos".
Patrice Ribeiro, del sindicato policial Synergie Officiers, ha aclarado a la cadena que para poder hacerlo "habrá que avisar a la jerarquía, portar el brazalete policial para poder identificarse y evitar cualquier confusión y respetar el número de sesiones de tiros reglamentarios".
Los sindicatos policiales habían reclamado desde hace tiempo esta posibilidad. "Cuando los terroristas llegan con su 'Kalashnikov' y entran en una iglesia o una sala de espectáculo, no hay más que víctimas potenciales ante ellos", ha incidido el portavoz del sindicato Alliance Police, Loïc Lecouplier.
"Pero no se esperan que entre estas personas, a partir de ahora, puede haber entre cinco, diez o quince policías fuera de servicio, hombres y mujeres, que estén armados", ha añadido, reconociendo que "una 9 milímetros frente a un AK47 no es todo, pero puede marcar la diferencia".