SE ENCONTRABA EN EL ASIENTO TRASERO DE UN COCHE
En Virginia, EEUU, unos policías arrestaron a una mujer por conducir borracha. En el asiento trasero del vehículo, había un bebé de un año cubierto de vómito y heces.
Los agentes detuvieron a la mujer y llevaron al bebé a la sede de la Policía en Princeton, donde los policías lo bañaron en el fregadero, mientras esperaban a los Servicios de Protección Infantil. Durante el baño, hicieron una fotografía en la que se ve la alegría del pequeño al verse limpio.
El jefe de policía confeso: "Como padre, no podría dejar que mi bebé estuviese cubierto de vómitos, orina y heces". "Por ello decidí prepararle un baño en el fregadero para que se sintiera mejor", añadió, según recoge 'Daily News'.
La madre fue acusada de ir conduciendo borracha, con más de 0.8% de alcohol en sangre. El bebé está bajo custodia de un tutor legal y esta supervisado por los Servicios de Protección Infantil.