Guerra en Ucrania
Dos mujeres rusas de Alicante prometían a los ucranianos conseguir el papeleo de la protección permanente en España, y si estos se daban cuenta, acababan amenazándoles.
Como un pequeño reflejo de la agresión rusa contra Ucrania, algunos refugiados de guerra han podido sentir que el ataque continuaba a miles de kilómetros, en Alicante. La Policía ha detenido a dos mujeres rusas acusadas de estafar y amenazar a refugiados ucranianos en esta ciudad española. Les prometían agilizar los trámites para obtener la protección permanente en nuestro país. A cambio, por supuesto, de una cierta cantidad de dinero. Si descubrían el engaño, les amenazaban.
Las dos detenidas son madre e hija. Habían trabajado durante años en España como intérpretes oficiales y eso les permitía conocer los trámites de los procedimientos de extranjería. ''Esto les sumaba credibilidad para llevar a cabo el engaño'', explica a Antena 3 Noticias María Fernández, portavoz del Cuerpo Nacional de Policía.
Abordaban a los refugiados cuando hacían cola ante la comisaría de Alicante para solicitar la protección temporal como desplazados por la guerra. Les hablaban en ucraniano y eso generaba confianza en sus víctimas, recién llegadas a España bajo el shock, aún, de su huida de la guerra. ''Además, entraban y salían de las dependencias policiales como si trabajaran con los agentes'', añade la portavoz policial. A las víctimas les decían que trabajaban para la Policía.
Los investigadores calculan en unos 5.000 euros el dinero obtenido por las dos mujeres en unos pocos días. Pedían 250 euros si los trámites eran para un adulto y 150 si se trataba de un menor. Cuando las víctimas detectaban que era un engaño, ''las detenidas les amenazaban con anular los documentos que habían obtenido y, por eso, muchas víctimas decidían no denunciar ante el temor a perder la protección'', señala la policía. Por eso, además de un delito de estafa, se les acusa de amenazas y coacciones.
Los reiterados acercamientos de las dos mujeres rusas a las colas de refugiados en plena puerta de la comisaría levantaron las sospechas de los agentes. Tras ser detenidas, el juez ha decretado su libertad con cargos. Mientras las imágenes de millones de ucranianos, sobre todo mujeres y niños, saliendo de su país generan la solidaridad de todos, hay quien ve en la desgracia ajena una oportunidad de negocio.