EN LA MAYOR FAVELA DE RÍO DE JANEIRO
La mayor favela de Rio no sólo es un caos urbano. Es un territorio desconocido, sometido hasta el pasado fin de semana a la ley de la droga. Desde los helicópteros policiales, los agentes empezaron una búsqueda puerta por puerta. Sospechosos, armas y cocaína. Una aguja en un pajar superpoblado y desordenado.
Los mejores guías para adentrarse en esta selva son los propios vecinos. "Ellos nos están confíando información para movernos y localizar armas, drogas y también para detener a los sospechosos que buscamos", asegura el jefe de policía Sergio Caldas.
Las pistas apuntaban a un escondite subterráneo. Un búnker excavado bajo un metro de hormigón. Cuatro horas de excavación han puesto al descubierto el tesoro de los narcos: 300 kilos de droga y todo tipo de armas, algunas capaces de derribar helicópteros.
Esta batalla la ha ganado la policía, las llamadas fuerzas de pacificación que se han convertido en los nuevos vecinos de la Rocinha. "Ahora la gente va a tener más seguridad, los niños podrán crecer sin malas influencias", opina un habitante de la favela. "Sinceramente, para los que vivimos aquí, no veo ningún cambio. No creo que la policía pueda mejorar las condiciones de vida", cree una mujer.
Para algunos, se trata de una exitosa lucha “contra el narco” pero para otros es una simple limpieza de fachadas.
Cabe recordar que Rio de Janeiro acogerá dos importantes citas deportivas y se convertirá por unos días en el centro de todas las miradas. En 2014 celebrará el mundial de fútbol y en 2016 será la sede de las olimpiadas.
Los vídeos promocionales de estos eventos no contienen ni rastro de imágenes de favelas. Es, en definitiva, la imagen que Rio quiere ofrecer.