ANTE LA INOPERANCIA DE LAS AUTORIDADES
El procedimiento de las 'rondas urbanas' es simple: un miembro de la patrulla obliga al acusado de cometer un crimen o un delito a agacharse y a continuación, comienza su castigo. Estas patrullas, formadas por 800 miembros, actúan en zonas rurales de Perú. Esta suerte de vigilantes hacen de policía, de fiscal y de juez en respuesta a la inoperancia de las autoridades peruanas.
Los latigazos es su forma de castigar delitos menores como infidelidades, peleas familiares o conflictos por deudas. Activistas de derechos humanos están indignados con las prácticas de estas patrullas urbanas, a las que definen como una "policía de estilo andino con moral talibán".