Podcast A3N
Aún no se puede predecir cómo va a terminar la intensa jornada de protestas en Cuba, pero por el momento es una reivindicación más social que política. Sin embargo, Europa no debe olvidar que su posición está junto a la defensa de la democracia liberal y no puede justificar las acciones que se salen del respeto de los derechos humanos.
"Abajo la dictadura" ha sido la frase más repetida este domingo en todo Cuba después de que las calles se llenasen de cubanos protestando contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel. La pobreza descontrolada y las penurias que viven los habitantes del país han terminado por estallar en plena ola del coronavirus. El gobierno insiste en que la problemática no la marcan ellos sino Estados Unidos que "busca fracturar la unidad del pueblo".
Por el momento, se trata de un estallido de componente social más que político
Esto que está ocurriendo es un nuevo estallido de componente social en el país, identificado, especialmente, con un momento dedebilidad que vive la sociedad como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus. Se trata de una explosión que hemos visto, no solo en Cuba, sino también en Colombia recientemente.
Sin embargo, dado el caso de Cuba esa reacción social viene muy de la mano de que también se produzcan estas reivindicaciones políticas para agilizar el cambio en sistema cubano, en donde las garantías de las libertades, evidentemente, no están respetadas. Por consiguiente, se aprecia también algún tipo de intencionalidad de esa índole también en las protestas.
De momento no se puede concretar exactamente si se trata de más de una reivindicación política pura y dura o una reivindicación más social provocada por la situación pandémica, por lo tanto lo más apropiado es esperar a ver cómo evoluciona la situación.
No se puede concretar si se trata de una reivindicación política o de una reivindicación social provocada por la pandemia
Lo verdaderamente importante es llamar la atención sobre el rechazo de cualquier tipo de violencia por parte de las autoridades. La actuación del gobierno frente a estas manifestaciones será una clara piedra angular para poder identificar cuáles son las acciones de determinados sistemas en cada momento y de su propia voluntad de cambio o no.
Por otra parte, estas manifestaciones tienen un componente internacional especialmente clave. Cuba siempre ha estado en las últimas décadas en ese fuego cruzado entre grandes potencias, históricamente entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Europa, por su parte, siempre ha mantenido una posición muy equilibrada con respecto a Cuba. Mantiene en este caso una orientación muy similar a la española, muy inteligente teniendo en cuenta que el frentismo con respecto al sistema cubano significa, de alguna manera, cuidar a la sociedad cubana. Una sociedad muy plural, muy abierta, con una enorme capacidad de trabajo.
Estas manifestaciones tienen un componente internacional especialmente clave
Por eso, Europa debe ser muy consciente de que nuestra posición debe ser una posición,obviamente, defensora de las democracias liberales, donde nos identificamos. Y aunque esa defensa de la democracia liberal no puede ser una imposición de la democracia liberal en el país, nosotros no debemos dejar de ser lo que somos.
No podemos justificar determinadas acciones que se salen del respeto de los derechos humanos por tratarse de un país que nos puede caer mejor o peor. En este caso, Europa debe ser rigurosa y debe exigir al Gobierno cubano que reaccione de la manera más respetuosa ante las protestas.
(Podcast de José María Peredo, Catedrático Comunicación y Política Internacional Universidad Europea)