LA BAJA TASA NATAL Y EL ENVEJECIMIENTO REDUCIRÁN A UNA SOLA PERSONA LA POBLACIÓN DE JAPÓN

La población de Japón podría extinguirse dentro de mil años debido a la 'crisis sexual' de sus habitantes

¿Japón se extinguirá algún día? La respuesta es sí y ese día es aparentemente 16 de agosto de 3766. La caída de las tasas de fertilidad y el envejecimiento de la población de Japón se reducirá a una sola persona dentro de 1.750 años.

Un reloj del juicio final elaborado por investigadores de la Universidad de Tohoku de Japón demuestra que la población japonesa podría extinguirse debido a una 'crisis sexual' que acecha el país. Los investigadores Hiroshi Yoshida y Masahiro Ishigaki han desarrollado esta predicción en base a los datos de fertilidad y de la población a partir de 2014 y 2015.

Una encuesta reciente de la Asociación de Planificación Familiar de Japón ha publicado que el 49,3% de los encuestados entre las edades de 18 y 49 no había tenido relaciones sexuales en el último mes, un aumento de casi 10% a partir de un estudio similar llevado a cabo sólo dos años antes.

De acuerdo con sus cálculos, que se basaban en la caída de las tasas de fertilidad de Japón y envejecimiento de la población, el país se reducirá a una sola persona dentro de 1.750 años. Según las estimaciones hay menos de 16 millones de niños en Japón en este momento, un número que sigue cayendo y el número de las personas practican sexo desciende continuamente, lo que significa que hay menos bebés.

Japón ya tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. Su población de 126 millones de habitantes, se ha reducido en la última década y se prevé que bajará un tercio más para el año 2060. Aoyama cree que el país está experimentando "una crisis de la intimidad humana" y que en parte es culpa del gobierno.

La caída de las tasas de fertilidad de Japón se reducirá a una sola persona dentro de 1.750 años | Reuters

Esta 'crisis sexual' de Japón ha sido un problema desde hace 25 años, según informa Business Insider. La tendencia ha alcanzado un nivel crítica, que los científicos llaman una "bomba de tiempo demográfica".

El problema reside en que los hombres del país trabajan más de 80 horas a la semana, lo que significa que carecen a menudo del tiempo o la energía para practicar el sexo. Las mujeres por otro lado sienten como si tuvieran que elegir entre sus carreras o formar una familia, por lo que optan por la segunda opción.

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