Plan Meloni
El número máximo de inmigrantes enviado a Albania no podrá superar las 3.000 personas. Cada deportación podría costar casi 65 millones de euros al año.
El nuevo plan migratorio del gobierno italiano liderado por Giorgia Meloni ha comenzado con tropiezos. De los 16 migrantes desembarcados en la localidad costera albanesa de Shengjin, 4 tuvieron que ser devueltos inmediatamente a Italia. Dos eran menores bangladesíes de 16 años y los otros dos adultos egipcios en situación vulnerable. Durante el día y medio de navegación, las autoridades no lograron detectar la minoría de edad de los bangladesíes ni la fragilidad de los egipcios.
El plan prevé el traslado de hasta 36.000 migrantes anuales a los centros de Shengjin y Gjader en Albania. Según el acuerdo, solo se enviarán hombres adultos no vulnerables provenientes de países considerados seguros. Las mujeres, menores, familias y personas vulnerables seguirán desembarcando en Lampedusa (entre Malta y Túnez).
Los centros en Albania serán operados por personal italiano, aunque estarán en territorio albanés. El número máximo de migrantes presentes en Albania no podrá superar las 3.000 personas. Cada travesía de la Marina Militar italiana desde Lampedusa hasta Shengjin puede costar entre 250.000 y 290.000 euros. Considerando un promedio de 150 personas rescatadas por viaje, se podrían realizar unas 240 travesías anuales.
Un cálculo estimativo arroja que las deportaciones a Albania podrían costar casi 65 millones de euros anuales. A esto se suman 60 millones ya invertidos en la construcción de los centros y más de 600 millones para su mantenimiento en los próximos 5 años. En total, el plan podría superar los 1.000 millones de euros.
El plan ha sido criticado por grupos de derechos humanos, que sostienen que restringe el derecho de los migrantes al asilo. La oposición italiana también ha cuestionado el gasto de recursos que podrían destinarse a otras áreas como la salud.
El problema del plan es que plantea dudas sobre su viabilidad a largo plazo. Con un margen de error del 25% en este primer grupo pequeño de 16 personas, surgen preocupaciones sobre cómo se manejarán desembarques más numerosos.
Por otro lado, Meloni defiende la iniciativa como un "modelo" para Europa y una "vía nueva y valiente" en el control migratorio. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto explorar ideas similares de centros de retorno fuera de la UE. Mientras tanto, parlamentarios de la oposición italiana han visitado las instalaciones en Albania, calificándolas como "una vergüenza italiana y europea".
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