HABLAMOS DE EXCLUSIVIDAD Y ELITISMO
En Nueva York los coches se aparcan, literalmente, al lado del salón de casa. No es nada que se esté poniendo de moda, hablamos de exclusividad y de elitismo.
Nueva York siempre se las ha ingeniado con el aparcamiento, pero el garaje al arie libre o debajo de casa ahora es para los pobres.
Lo último es meter el coche en el ascensor, subir con él igual que si fuera parte de la familia y aparcarlo en el salón. La ventaja de un chalet pero a 20, 30 o 40 pisos de altura.
No es para todos los bolsillos
Sin embargo, es algo que muy pocos se pueden permitir; casi nunca te encontrarás con alguien que te diga que también tiene esto.
Tanta exclusividad tiene un precio complicado: 110 metros cuadrados de piso con garaje en el cielo cuesta cinco millones de euros.