LA ÚLTIMA VISITA FUE EN MARZO
Joao Pereira de Souza, un pensionista brasileño de 71 años, decidió rescatar a un pingüino de una playa, sin imaginar que el animal le agradecería este gesto durante toda su vida. Souza encontró al pingüino indefenso, hambriento y cubierto de aceite, moribundo en las rocas de la playa. Al verlo, no dudó en ningún momento en rescatarle.
Estuvo durante una semana cuidando a la criatura y limpiándole el aceite y tras unas semanas de intenso cuidado, Joao lo devolvió de nuevo al mar. No esperaba verlo de nuevo, pero se sorprendió cuando unos meses después del rescate, el pingüino regresó a la isla para reencontrarse con Joao y agradecerle los cuidados.
Lleva varios años haciéndolo, desde que Joao lo rescató en 2011. Esta semana le ha vuelto a visitar tras la última visita de marzo y volverá a pasar ocho meses en su casa, el resto del año regresa a la costa de Argentina y Chile, para las jornadas de reproducción. Dindim nada más de 8.000 kilómetros cada vez que regresa a Brasil.
Según informa el Daily Mail y Globo TV, Souza se muestra agradecido por cada visita "me encanta el pingüino, es como si fuera mi propio hijo". "Se acuesta siempre a mi regazo y nadie más puede tocarlo, si otra persona lo toca, les pica".