En Estambul
Un Airbus A320 de la aerolínea turca Atlasglobal, con 127 pasajeros a bordo, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Ataturk, Estambul, después de que una tormenta de granizo dañase el morro del avión, agrietando las ventanas de la cabina e impidiendo que el piloto pudiese ver nada.
El avión despegó del aeropuerto de Erkan, en el norte de Chipre, y diez minutos más tarde, tras haberse elevado hasta los 1.300 metros, una tormenta de granizo impactó contra el morro del aparato, agrietando las ventanas de la cabina y cegando la visión del piloto, según recoge el diario The Sun.
El capitán de la aeronave, Alexander Akopovo, cuenta que el granizo tenía el tamaño de huevos de gallina. Los daños del fenómeno atmosférico afectaron al piloto automático, que se desactivó.
A pesar del temporal que azotaba Estambul, se permitió a la aeronave aterrizar en el aeropuerto de Ataturk, cerrado por el mal tiempo. Se activó el protocolo de emergencia del aeropuerto y se desplegaron camiones de bomberos y ambulancias en espera del avión.
El avión realizó un aterrizaje de emergencia, en el interior del aparato los 127 pasajeros vivieron momentos de auténtica tensión. El capitán cuenta su experiencia: "Fue duro, pero lo principal es que los pasajeros están vivos".
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, llamó al capitán para felicitarlo por su proeza y le concedió la Orden del Coraje de Ucrania.