UNA JOVEN DE LIVERPOOL
Jennifer Ginley es una joven obesa de 26 años. Su sobrepeso ha marcado tanto su vida que ha llegado a pedirle a su novio de toda la vida que no le proponga matrimonio porque no quiere verse vestida de blanco como una "novia gorda".
La dieta de Jennifer consistía en patatas fritas, chocolate, café, comida rápida y bebidas gaseosas. Sus hábitos de alimentación empeoraron cuando se fue a estudiar fuera de casa de sus padres. Y fue con motivo de unas vacaciones con su familia cuando tocó fondo.
Para el viaje tuvo que comprar ropa de la talla 26 que equivale a una 54 en Europa. Fue entonces cuando comprendió "que algo tenía que hacer". En el vuelo tuo que pedir una extensión del cinturón de seguridad y al ver sus fotos, tal y como comparte en Daily Mail, llegó a llorar preguntándose "cómo y por qué se había hecho eso".
"Una foto mía con la 'Sirenita', mi personaje favorito de Disney me hizo avergonzarme". Al regresar de su viaje a Florida, en mayo de 2015, acompañada de su madre y de su hermana fue a una reunión de adelgazamiento.
Pasado el año de dieta, Jennifer ha perdido la mitad de su peso y se siente una persona nueva y mucho más optimista. Ha ganado confianza y autoestima. Desde el primer día de régimen compartió en sus redes sociales su nueva alimentación y ahora ha ganado más de 75.000 seguidores.