VÍCTIMA DE VIOLENCIA SEXUAL
La organización de defensa de los derechos humanos ACCEDER pidió este miércoles a las autoridades de Costa Rica que se practique un aborto terapéutico a una menor de 13 años embarazada de dos meses tras ser violada por su padre.
La abogada de ACCEDER, Larissa Arroyo, declaró que la legislación costarricense permite interrumpir el embarazo cuando la vida o la salud de la madre se encuentran en riesgo, como considera que sucede en este caso. "Ella es una víctima de violencia sexual e incesto. Hay que ver lo que esto implicará en el proyecto de vida de la niña, el trauma emocional que le provocará cargar con un hijo que es de su propio padre", dijo Arroyo.
El Canal 6 de la televisión local emitió un reportaje en el que dio a conocer este caso e informó de que desde el 27 de enero pasado hay una denuncia ante la Fiscalía de la ciudad de Limón (Caribe) en contra del padre de la menor, de 49 años. La chica cumplió 13 años este mes y, según su madre, cuya identidad no fue divulgada por este medio de comunicación, la niña se encuentra en tratamiento psicológico por las secuelas que sufre.
Según la denuncia, la niña fue violada cuando fue junto a su hermano, también menor, a visitar a su padre en la localidad de Matina, provincia de Limón. Al parecer, el hombre amenazó de muerte a la familia para que no le denunciaran. "En Costa Rica tenemos una norma legal explícita que permite interrumpir el embarazo para evitar riesgos a la salud y la vida, de la madre. No obstante en los servicios de salud se interpreta que el único caso válido para interrumpir el embarazo es cuando la vida está en riesgo", comentó Arroyo.
Para Arroyo, la salud física y mental de la menor corre peligro, por lo que instó a las autoridades sanitarias a que se le practique un aborto terapéutico. "Obligarla a llevar este embarazo, que no desea, es también un trato cruel, inhumano y degradante. Ella tiene el derecho a vivir libre de violencia", agregó. Datos del Instituto Nacional costarricense de Estadística y Censos (INEC) indican que entre 2014 y 2015 se contabilizaron veintinueve embarazos en niñas de entre 10 y 13 años.