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Las pestañas postizas, clave para reflotar la economía de Corea del Norte

1.680 toneladas de pestañas postizas, barbas y pelucas supusieron más de 150 millones de euros el pasado año.

Las pestañas postizas están ayudando a remontar la economía de Corea del Norte. El régimen se está especializando en cosmética, un sector que escapa a las sanciones de la ONU y que ya suponen casi el 60% de sus exportaciones a China, o lo que es igual: 1.680 toneladas de pestañas postizas, barbas y pelucas que supusieron más de 150 millones de euros el pasado año.

Wang es empresaria china y se dedica a las pestañas. Para ella la calidad de los productos norcoreanos es mucho mejor que la de China, pero la entrega, dice, es "demasiado lenta".

La calidad es mayor y los salarios 10 veces más bajos que en China. Es precisamente en gigante asiático donde se hace el procesamiento y su embalaje, es decir: las pestañas entran en el país como norcoreanas y salen como chinas, una manera de eludir las sanciones internacionales y dar aire al régimen.

El abogado surcoreano Shin, Tong-Chan explica que "si se ignora y se importa como hecho en China, puede ser arriesgado porque puede violar las sanciones de Estados Unidos".

Una vez empaquetadas, las pestañas se exportan desde China, a mercados como el occidental, pero también a países líderes de la cosmética como Japón y Corea del Sur. Cientos de millones que podrían financiar la maltrecha economía del país, pero también los planes nucleares del Kim Jon Un.