EN REINO UNIDO
La Justicia británica ha permitido a los médicos desconectar a un bebé enfermo con una rara enfermedad contra de la voluntad de sus padres. Los especialistas del Hospital Great Ormond Street aseguran que el bebé, de ocho meses, tiene un daño cerebral irreversible.
Sus padres, Connie Yates y Chris Gard, tenían planes para llevar al pequeño Charlie a Estados Unidos para que recibiera un tratamiento. La abogada de la familia, Laura Hobey-Hamsher, asegura que los padres están "devastados" por la decisión de la corte británica, aunque tienen la intención de presentar un recurso.
Por su parte, el juez Nicholas Francis ha asegurado que tomó la decisión con mucha tristeza pero con la "absoluta convicción" de que sería lo mejor para el niño. "Sé que este es el día más triste para los padres de Charlie, pero espero que con el tiempo lleguen a aceptar que esto es lo mejor para Charlie, dejar que descanses en paz", añade el juez en una entrevista recogida por la BBC.
Charlie, que nació el 4 de agosto, tiene un trastorno llamado síndrome de agotamiento mitocondrial, una enfermedad rara que afecta a los elementos genéticos que dan energía a las células, que causa una debilidad muscular progresiva y un grave daño cerebral.
Sus padres, de Bedfont (Londres), estaban recaudando dinero para financiar el tratamiento del pequeño en el extranjero a través de una campaña de crowdfunding, en la que ya llevaban más de un millón de euros gracias a 80.000 donantes.