Estados Unidos
Esta es la historia de una mujer de 35 años que padece un cáncer poco común que afecta a una de cada millón de personas al año.
Una mujer de 35 años sufrió un hinchazón en su cara. Pensó que era un evidente signo de una reacción alérgica. Sin embargo, no fue nada de lo que pensó y comenzaron los problemas. En realidad era un síntoma de un cáncer poco común de la glándula suprarrenal. Esta es la historia de Melinda Nelson, residente de Florida.
Tal y como recoge 'People', esta mujer dijo que "se encontraba bien" y que hacía ejercicio a menudo. Comenzó a notar que sus piernas perdían músculo y que su cara "se veía un poco más redonda". El citado medio recoge que su cara "empezó a agrandarse muchísimo . La llaman cara de luna". "Mi estómago también empezó a hincharse, al igual que mis manos y pies. Pensé que estaba teniendo algún tipo de reacción alérgica . Estaba prácticamente irreconocible", contó la mujer.
Inmediatamente buscó ayuda médica y le recetaron medicamentos para la presión arterial alta. Pero su cara seguía hinchándose cada vez más. Empezó a caerse el pelo y le creció vello en la cara. Pensó que "quizás" fuera una "cuestión hormonal". Su médico se preocupó y mandó a que realizara varias pruebas. Fue entonces cuando le dijeron que tenía un tumor de 16 centímetros en la glándula suprarrenal, una glándula que se encuentra encima de los riñones y produce hormonas que controlan el metabolismo, la presión arterial y las reacciones al estrés.
"El médico me llamó y me dijo: 'Estoy 99% seguro de que tienes este cáncer raro'", dijo el sanitario. Por ello, Nelson se sometió a una cirugía para extirpar el tumor, durante la cual descubrieron que en realidad era el doble de grande, y pruebas posteriores confirmaron que, efectivamente, tenía carcinoma adrenocortical. Se trata de un "cáncer raro" en la capa más externa de las glándulas suprarrenales, y que afecta a una de cada un millón de personas al año.
Alegó que en esta afección, "las glándulas tienen tumores que liberan grandes cantidades de hormonas. Los tumores pueden crecer lo suficiente como para presionar los órganos cercanos". La mujer relataba que "fue muy impactante, pero una parte de mí se sintió aliviada de que alguien supiera que algo andaba mal conmigo. Vivir sin diagnóstico fue más aterrador. Enterarse de que tienes cáncer a los 32 años es horrible, pero me alegro de que hubiera algún tipo de plan para seguir adelante".
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