tras un recorrido por algunos puntos de Ciudad de México
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha establecido como prioridad el rescate de personas atrapadas en los derrumbes y la atención a los heridos por el terremoto de 7,1 grados que ha causado 216 muertos en varias regiones del país. "La prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos", afirmó Peña Nieto en un mensaje en cadena nacional tras un recorrido por algunos puntos de Ciudad de México.
El mandatario convocó al Comité Nacional de Emergencia, ordenó la aplicación del plan de emergencia y destacó que miles de integrantes del Ejército, la Marina y de la Policía Federal "asisten a la población afectada". Peña Nieto aseguró que trabaja "en plena coordinación" con el jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y con los gobernadores de Puebla y Morelos, "las entidades que sufrieron los mayores daños".
Los servicios de urgencia del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y de las Fuerzas Armadas están disponibles para todas las personas que requieran atención, indicó. "Lamentablemente varias personas han perdido la vida, incluyendo niñas y niños en centros educativos, en edificios y viviendas", dijo Peña Nieto, y expresó sus condolencias a todos aquellos que han perdido a un familiar o a un ser querido.
El presidente reportó que el 40% de Ciudad de México y el 60% del estado de Morelos "no tiene servicios de electricidad", por lo que se han reforzado las brigadas de la Comisión Federal de Electricidad para restablecerlos a la brevedad. Detalló que se han habilitado albergues para todas las personas que lo necesiten y pidió a la población que, en la medida de lo posible, se mantenga en sus casas para facilitar las labores de ayuda y el traslado de los servicios de emergencia.
El mandatario mexicano confirmó que ha dado instrucciones a los miembros de su Gabinete para que no se detenga la ayuda a los estados de Chiapas y Oaxaca, que resultaron severamente afectados por el terremoto del pasado 7 de septiembre. "Este sismo es una dura prueba y muy dolorosa para nuestro país. Los mexicanos hemos tenido experiencia difíciles a consecuencia de temblores en el pasado y hemos aprendido a responder a estos episodios con entrega y espíritu de solidaridad", destacó.