EL OTRO CAMINO ESTÁ A MEDIA HORA
Algunos tienen apenas tienen cinco años y arriesgan -cada día- sus vidas cruzando sobre las caudalosas aguas del río Ciberang. Una crecida arrancó el pilar que sujetaba uno de los tirantes de suspensión del puente, el lunes pasado. Hay otro paso, pero está lejos -a media hora de camino- y dicen que prefieren arriesgarse.