RESTRICCIÓN DE VIANDANTES, CIERRE DE FÁBRICAS...
Todo está pensado para que nada "empañe" el Día de la Victoria, que China celebrará por primera vez. En Pekín se han impuesto restricciones de todo tipo. De entrada, los 13.000 soldados que desfilarán por la capital llevan meses ensayando, con marcas en el suelo o coordinando movimientos ante el espejo.
Pero no sólo el ejército debe presentarse perfecto. Se ha restringido a la mitad la circulación de vehículos por la habitualmente contaminada Pekin, y se han cerrado más de 10.000 fábricas. A golpe de prohibición, el gobierno chino quiere una capital sin contaminación para esa fecha.
También se restringirá el número de viandantes el jueves. Miles de vecinos no podrán salir de casa, y se les ha recomendado que no abran las ventanas o dejen el gas encendido. "Nos dijeron que es por seguridad, o sea que nos quedaremos en casa viendo la tele hasta que podamos salir de nuevo", dice una residente.
Las grandes avenidas pequinesas lucen ya llenas de flores y de policías. La seguridad para las autoridades chinas es prioritaria, aunque eso signifique, entre otras cosas, tener que cerrar durante trece días la turística y famosa Ciudad Prohibida.