LES DA TRES DÍAS PARA MARCHARSE
Las calles de varios barrios periféricos de Pekín se han llenado de escombros. El viento zarandea los restos de los desalojos apresurados, en medio de un silencio solo roto por los últimos en marcharse.
"La fábrica donde trabajaba nos despidió a todos sin pagarnos, no tengo dinero para volver a mi provincia", afirma una de las afectadas.
Las demoliciones son constantes, y el Gobierno dice que lo hace por la seguridad de estos chinos, después de que 19 personas murieran en un incendio hace 15 días.
Decenas de miles de personas son obligadas a dejarlo todo, y si se quejan pueden tener problemas: "Nos echan sin tiempo para planear un nuevo futuro".
El plan del Gobierno esa descongestionar Pekín, quieren limitar su población por debajo de los 20 millones de habitantes. En 40 días se derribarán 25.000 edificios catalogados como peligrosos.