Canadá
A partir de este verano, será posible realizar una pedida de mano en la famosa barandilla del Titanic al sonido de 'My Heart Will Go On' de Céline Dion. El buceo de 2 horas, a una profundidad de 3.800 metros, se llevará a cabo a bordo de un sumergible que permitirá a los dos enamorados viajar casi de forma autónoma.
La agencia ApoteoSurprise, especializada en la creación de pedidas de mano extravagantes en París, ha lanzado un nuevo servicio de un millón de euros que permite a los Jack del siglo XXI pedir la mano de su amada, reproduciendo la escena más icónica de la película de James Cameron.
En la ciudad costera de St. John's, ubicada en la provincia canadiense de Terranova y Labrador, la pareja se encontrará con la tripulación de la expedición y subirá a bordo del barco que los llevará al lugar del naufragio del RMS Titanic, dos días después. Después de recorrer 400 millas náuticas en el Océano Atlántico Norte, acompañados por un líder de expedición y dos científicos, los dos enamorados se sumergirán en un sumergible de alta tecnología diseñado para la exploración de grandes profundidades.
Comenzará el descenso. Poco a poco, el mundo acuático en el que el submarino se sumerge se oscurecerá y extrañas formas de vida incoloras desfilarán frente a la ventana panorámica del submarino. Después de dos horas de descenso, los amantes alcanzarán el fondo marino a 3800 metros y comenzarán a ver, entre las criaturas bioluminiscentes, restos corroídos y algunos objetos personales que pertenecieron a los pasajeros del barco.
Luego llegará el momento tan esperado: los restos del RSM Titanic, que han estado durmiendo en la oscuridad durante más de un siglo, surgirán. Para todos, la incredulidad dará paso a un abismo de emociones.
El sumergible se elevará a lo largo de la monumental pared de acero y remaches, se deslizará junto a las ventanas y durante casi dos horas explorará cada rincón del transatlántico más famoso de la historia, incluyendo la cubierta de paseo, las cabinas de los oficiales, la sala de radio, el puente del capitán, el vestíbulo de la gran escalera, entre otros lugares.
De repente, al sonido de 'My Heart Will Go On' de Céline Dion, surgirá la proa del barco y su famosa barandilla. Los dos enamorados reconocerán de inmediato el lugar de la icónica escena de amor entre Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. En ese preciso momento, el pretendiente se convertirá en "el rey del mundo": sacará el estuche de su bolsillo y le pedirá matrimonio a su amada, entre los aplausos de los demás miembros de la tripulación. A la mujer se le entregará un ramo de rosas y la pareja celebrará con champán el momento más romántico de sus vidas.