EL ASPIRANTE ASEGURA QUE SU PLAN NO AFECTARÁ A LOS JUBILADOS
El aspirante a la vicepresidencia de EEUU por el Partido Republicano, Paul Ryan, ha hecho campaña con su madre, Betty, en Florida, un estado con gran población de jubilados, a los que ha prometido que con un gobierno republicano seguirán disfrutando de sus beneficios.
Ryan, conocido por ser autor de un drástico plan de reducción del déficit que incluye una privatización parcial del Medicare, el programa social federal para ancianos y jubilados, ha hablado en "The Villages" un complejo residencial para jubilados.
Florida es el mayor de los estados más disputados entre demócratas y republicanos y tiene la mayor proporción de residentes por encima de los 65 años del país, la mayoría de los que disfrutan de beneficios sociales federales.
El congresista de Wisconsin ha asegurado que no va a perjudicar la seguridad financiera de su madre, ni de los que estén próximos a retirarse, pero ha considerado que el programa debe ser revisado ahora para que su generación y las venideras puedan seguir teniendo el Medicare.
"Nuestro plan no afectará a los beneficios de la gente que está jubilada o cerca de la jubilación, es una promesa que hemos hecho y que debe ser mantenida", ha asegurado entre los aplausos de los asistentes.
"Pero para asegurarnos de que podemos garantizar esta promesa", ha agregado, "debemos reformar Medicare para mi generación, ahorrar de esta generación para que en mi generación no se haya ido a la bancarrota cuando nos retiremos".
Minutos antes salía al estrado junto a su madre, Betty, de 78 años, original de Wisconsin, quien como miles de estadounidenses jubilados pasa parte del año en el sur de Florida, donde el clima es más favorable, y también disfruta de los beneficios de Medicare.
"Medicare estaba ahí para mi abuela cuando lo necesitó, está ahí para mi madre cuando lo necesita ahora y debemos tener eso garantizado", ha enfatizado.
La campaña republicana ha cargado esta semana contra el alto déficit federal y la reforma de salud promovida por el presidente Barack Obama y haabierto la puerta al debate sobre la solvencia de Medicare, uno de los programas más populares y más costosos del Gobierno, para los jubilados.
Según los datos más recientes se prevé que el déficit presupuestario de EEUU alcance este año 1,2 billones de dólares, lo que representa un 7,8 % del Producto Interior Bruto PIB.
"Podemos seguir por el camino por el que nos ha llevado el presidente Obama, como una nación sumida en la deuda y que continúa endeudándose, una nación en declive, o podemos tener un líder (...) que vuelva a poner a la gente a trabajar", ha dicho en referencia al aspirante republicano a la Presidencia, Mitt Romney.
El plan de reducción de déficit de Ryan, que es apoyado por Romney, propone reducir el crecimiento del gasto de Medicare ofreciendo a las personas mayores en el futuro elegir entre permanecer en el programa tradicional o utilizar un subsidio anual para pagar cobertura sanitaria de compañías privadas.
Los republicanos no han ofrecido detalles en cómo esta propuesta contribuiría a frenar el crecimiento del gasto de Medicare aunque Ryan sostiene que la propia competencia del sector privado, que entraría en un mercado con un potencial de 50 millones de jubilados, mantendría los costes bajo control.
El Gobierno de Obama considera que esta reforma obligaría a los jubilados que dependen de Medicare a contratar los servicios de un seguro privado y calculan que tendría un costo anual de 6.350 dólares.