LOS VETERINARIOS LE HAN PUESTO UNA FÉRULA EN LAS PATAS
Un pequeño cachorro ha encontrado un nuevo hogar donde se siente querido a pesar de sus patas torcidas. Bentley, el cachorro de siete meses, fue abandonado en un centro de animales de Manchester con síntomas de desnutrición y con las patas torcidas, como consecuencia de haber sido sometido a duras sesiones de ejercicio.
Andy Dooley y Lorraine Gunshon, son dos enfermeros que se 'enamoraron' de Bentley y de sus patas torcidas nada más conocerle y decidieron adoptarle. "Es un perro brillante y su discapacidad no le ha dejado de ser un cachorro feliz", cuentan en una entrevista recogida por Mirror.
Han estado visitándole en el centro de animales durante su recuperación y después de "seis largas semanas" han podido llevárselo a casa. Los veterinarios del centro le han puesto férulas y vendajes para tratar de enmendar sus extremidades dañadas.