¿QUIÉN DEBE ESTAR AL MANDO DE LA MISIÓN?

La OTAN acuerda que barcos aliados apliquen el embargo de armas sobre Libia

Los países de la OTAN acordaron que la organización utilice sus medios navales para aplicar el embargo de armas sobre Libia, aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La decisión ha sido tomada por los embajadores de los 28 Estados miembros en un encuentro del Consejo Atlántico, el órgano ejecutivo de la OTAN, que discute desde hace días el papel de la Alianza en la operación internacional en Libia.

Según esas mismas fuentes, los embajadores continúan aún discutiendo otras opciones, como la posible participación en la zona de exclusión aérea que ha sido impuesta por la coalición que lideran Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

Esa posibilidad, más delicada dado que varios Estados miembros se han mostrado críticos con los bombardeos, ha dividido en los últimos días a la Alianza Atlántica. Varios países, como Estados Unidos, Reino Unido y, especialmente, Italia insisten en que la OTAN debe hacerse cargo del mando de las operaciones aéreas.

Según fuentes diplomáticas, los países de la Alianza tienen ya un "consenso" sobre el plan de operaciones para mantener la zona de exclusión, pero no han tomado por ahora ninguna decisión sobre su ejecución, como sí han hecho con el bloqueo marítimo para impedir la entrada de armas.

El embargo de armas es una de las acciones internacionales aprobadas por la ONU en respuesta a la represión violenta de las revueltas ejercida por el régimen de Muamar el Gadafi.

A partir de ahora, barcos de la OTAN se ocuparán de garantizar que no llega a Libia armamento por vía marítima. La Alianza Atlántica ya tiene desde hace días medios navales desplegados en la zona central del Mediterráneo.

El papel de la OTAN divide a los aliados
La comunidad internacional no se pone de acuerdo en quién debe estar al frente de la misión en Libia. Mientras Estados Unidos ha asegurado que, en cuestion de días, cederá el mando de las operaciones y se limitará a funciones de logística, los aliados discuten sobre quién debe ser el líder.

De momento, hay dos claras posturas. Por un lado, los que quieren que lo lidere la OTAN. Es el caso de Reino Unido e Italia. Por otro lado, los que apuestan por un papel secundario de la OTAN y no de mando. Es el caso de Francia, Turquia, Alemania y España.

Ante esta incertidumbre Noruega ha suspendido su participacion en la misión hasta que no se aclare quién la va a dirigir e Italia amenaza con no dejar sus bases si la OTAN no se pone al frente. Pero las discrepancias van más allá y también se cuestiona el objetivo.

El debate lo ha abierto Estados Unidos. Dice que el fin no es el derrocamiento de Gadafi sino la proteccion de la poblacion civil. Y, si el objetivo no está claro, tampoco la duración de la misión. Con este panorama el jueves se vuelve a reunir el Consejo de Seguridad de la ONU. Su secretario general, Ban Ki Moon, informará sobre la marcha de una operacion lastrada por las dudas

 

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