PIDE A LAS AUTORIDADES QUE PRESTEN TODA LA AYUDA

El Papa visita la zona de Italia afectada por los últimos terremotos

El Papa Benedicto XVI ha visitado la zona de la región italiana de Emilia Romagna afectada por los terremotos del pasado mes de mayo, que causaron 26 muertos y 350 heridos.

El papa Benedicto XVI visitó hoy la zona de la región italiana de Emilia Romagna afectada por los terremotos del pasado mayo, que causaron 26 muertos y 350 heridos, y exhortó a sus habitantes a afrontar con determinación la reconstrucción y a las autoridades a prestar toda la ayuda.

Benedicto XVI recorrió hoy la zona siniestrada los dos grandes temblores del 20 y 29 de mayo, de 5,8 y 5,9 grados de la escala Richter, respectivamente, y afirmó a las miles de personas que le recibieron en la localidad de Rovereto di Novi, en la provincia de Módena, que desde el primer momento quiso estar entre ellos para "consolarles, animarles y apoyarles".

La visita papal se aplazó hasta ahora para no entorpecer, entre otras, las labores de ayuda y desescombro, y hoy se realizó en un ambiente sencillo, si apenas protocolo. "No estáis y no estaréis solos. En estos días en medio a tanta destrucción y dolor habéis visto y sentido como tanta gente se ha movido para expresaros su solidaridad, afecto y cercanía, así como ayudas concretas. Mi presencia quiere ser uno de esos signos de amor y esperanza", afirmó el papa ante varios miles de personas reunidas en Rovereto di Novi, una de las localidades más afectadas por los temblores.

El papa Ratzinger donó recientemente para los damnificados de estos terremotos medio millón de euros, recaudados durante el VII Encuentro Mundial de las Familias, de Milán (Italia). La Iglesia italiana ha donado tres millones de euros. El obispo de Roma les exhortó a no perder la paciencia ante tanto daño sufrido y señaló que la situación creada "no puede mellar lo que sois como pueblo, no puede mermar vuestra historia y vuestra cultura".

Tras ser recibido en el campo de deportes por el prefecto de la Protección Civil italiana, Franco Gabrielli, y el obispo de Carpi, Francesco Cavina, se trasladó en un minubús hasta Rovereto di Novi. Allí lo primero que hizo fue acercarse hasta la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, prácticamente destruida por los temblores, donde murió su párroco, Ivan Martini, de 65 años, alcanzado por el desplome de parte de la misma mientras en pleno terremoto intentaba salvar una imagen de la Virgen.

Tras orar unos minutos, el papa visitó en un "jeep" descubierto de Protección Civil la llamada "zona roja" de Rovereto di Novi. Después, ante el presidente de la Región de Emilia Romagna, Vasco Errani, del cardenal de Bolonia, Carlo Caffarra, autoridades locales y provinciales y vecinos del lugar, pronunció el discurso y departió con los vecinos.

A primera hora de la tarde, desde San Marino di Carpi, regresó a Roma.

Más sobre este tema: