BREVE CEREMONIA CON HIMNOS DEL VATICANO Y LA UE
El papa Francisco instó a una Europa "envejecida y reducida" a que "redescubra su alma buena" y que "no gire en torno a la economía" en el discurso pronunciado ante el Parlamento Europeo (PE) en Estrasburgo.
"Ha llegado el momento de abandonar la idea de una Europa atemorizada", dijo el Pontífice ante la representación de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) a la que recordó que el mundo es ahora "menos eurocéntrico". El Papa Bergoglio envió un mensaje de "aliento" a los europeos y recordó que en la historia reciente del continente la palabra "dignidad" ha sido clave para explicar el proceso de recuperación de la segunda posguerra".
El Papa argentino detectó en su discurso lo que calificó de "impresión general de cansancio y envejecimiento, de una Europa anciana, que ya no es fértil ni vivaz" por lo que pidió que se abra a lo que denominó "la dimensión transcendente de la vida".
Francisco dijo a los eurodiputados que es consciente de que "ha ido creciendo la desconfianza de los ciudadanos respecto a instituciones consideradas distantes" y criticó los "tecnicismos burocráticos" de las que gobiernan Europa. Y al analizar las "enfermedades" que detecta en Europa, el Pontífice dijo que una de las que ve "más extendidas" es "la soledad".
Es una sensación, dijo, que advierte en los "jóvenes sin puntos de referencia", "ancianos a menudo abandonados a su destino" y en los "ojos perdidos de los inmigrantes que han venido aquí en busca de un futuro mejor".
Precisamente en relación con la inmigración el Papa llamó a los europeos a "afrontar juntos la cuestión" y aseguró que "no se puede tolerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio". "Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas" que tutelen los derechos de los europeos, agregó. Pero también si garantiza "al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes", para lo que pidió "políticas correctas, valientes y concretas" que ayuden a los países emisores en lugar de "políticas de interés".
"Es necesario actuar sobre las causas y no solamente sobre los efectos", dijo el Papa. Bergoglio tuvo además palabras para los desempleados y dijo que "es hora de favorecer las políticas de empleo, pero es necesario sobre todo volver a dar dignidad al trabajo, garantizando también las condiciones necesarias para su desarrollo". Apeló a continuación a "buscar nuevos modos para conjugar la flexibilidad del mercado con la necesaria estabilidad y seguridad de las perspectivas laborales".