ANTERIORMENTE IBA A VISITARLOS
El Pontífice ha recordado que cuando recibía una carta de uno de ellos en Buenos Aires les iba a visitar y, por eso, "ahora cuando le escriben desde Buenos Aires alguna vez les llama, especialmente el domingo, para charlar". Cuando termina la conversación, según ha comentado, piensa que "las debilidades son las mismas" y que este motivo es el que le lleva a rezar y a acercarse a los presos.
Precisamente, el Pontífice ha reclamado a los capellanes de las cárceles que trasladen a los presos que Dios está con ellos y que no deben desanimarse. También les ha pedido que trasladen a los encarcelados que el Papa reza por ellos, los tiene en el corazón y que reza al Señor y la Virgen para que puedan superar positivamente este periodo difícil en su vida". Por ello, les pide que "no se desanimen, que no se cierren".
En esta línea, el Papa ha indicado que "el Señor está dentro con ellos", que también "un encarcelado" por los egoísmos, sistemas, injusticias "porque es fácil castigar a los más débiles pero los 'peces grandes' nadan libremente en el agua".
Por último, el Papa ha destacado que el ministerio de los capellanes no es fácil y es muy importante "porque hace visible la presencia del Señor en la cárcel, en la celda" ya que son "signo de la cercanía de Cristo a estos hermanos que tienen necesidad de esperanza".