VISITÓ UN POBLADO GITANO
El papa Francisco pidió a los matrimonios y parejas que estén enfadados que no acaben el día "sin hacer las paces". El pontífice acudió a la parroquia de San Michele Arcangelo, en un barrio periférico del norte de Roma, donde conversó con enfermos y personas sin hogar, pero también con niños y jóvenes que dan clases de catequesis. Según informó RadioVaticana, a su llegada le esperaban cientos de personas que se habían acercado para verle y recibir su bendición.
Allí, visitó a enfermos y conversó con personas sin hogar que reciben diariamente la asistencia de la Comunidad de San Egidio, un movimiento laico comprometido con la evangelización y la caridad. Además, intercambió impresiones con niños y jóvenes que reciben clases de catequesis, con los que se tomó algunas fotos y a los que dio algunos consejos.
Así, en respuesta a la pregunta de uno de los niños, el obispo de Roma aludió a la guerra para asegurar que en el mundo actual "hay (guerras) en Ucrania o en África porque hay odio". "¿Y quién siembra el odio?, ¿Jesús? No, Jesús siembra la paz, el amor.
Cuando sintáis en el corazón odio, celos o envidias, estaos atentos porque esto proviene del diablo", comentó el Papa. Asimismo, dio algunas recomendaciones a los padres de estos niños a los que pidió que nunca terminen "el día sin hacer las paces".
"En un matrimonio es una cosa fea el rencor. Nunca terminéis el día sin hacer las paces, al menos con un gesto", dijo. Antes de llegar a la parroquia, el pontífice visitó por sorpresa un poblado gitano que se ubica a 300 metros de la iglesia.