Guerra ruso-ucraniana
"Me trajeron una lista de 300 presos y me pidieron que hiciera algo para cambiar", el papa explica cómo medió en el intercambio de prisioneros rusos y ucranianos.
El papa Francisco reveló en una reunión en Kazajistán con 19 jesuitas que medió en el intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia. La transcripción ha sido publicada este jueves en la revista de la Compañía de Jesús, 'La Civiltà Cattolica'. Explicó el pontífice que "algunos enviados ucranianos vinieron a mí. Entre ellos, el vicerrector de la Universidad Católica de Ucrania, acompañado del consejero del presidente (Zelenski) para asuntos religiosos, un evangélico".
"Hablamos, discutimos. También acudió un jefe militar que se ocupa del intercambio de prisioneros, siempre con el consejero religioso del presidente Zelenski. Esta vez me trajeron una lista de más de 300 presos. Me pidieron que hiciera algo para cambiar. Inmediatamente, llamé al embajador ruso para ver si se podía hacer algo, si se podía acelerar un intercambio de prisioneros", reveló Francisco.
El papa dice que ha querido mantener abierta la puerta del diálogo desde el primer día de la guerra en Ucrania. Recordó que al día siguiente de que comenzara invasión, fue a la embajada de Rusia y le dijo al embajador que le hubiera gustado hablar con el presidente Vladímir Putin.
Una invasión "repugnante"
Explica que "la voluntad de dios es no ir en este momento" a Kiev, en alusión a un posible viaje. "Ya veré más tarde", añadió. "Cuando un obispo católico ucraniano vino de visita, le entregué un paquete con mis declaraciones sobre el tema. Definí la invasión de Ucrania como una agresión inaceptable, repugnante, sin sentido, bárbara, sacrílega… ¡Lea todas las declaraciones!", enunciaba el pontífice sobre la guerra en Ucrania. "Sin embargo, para afrontar el conflicto es necesario permanecer cerca de las víctimas, lo que no debe impedir la reflexión", puntualizó.
El papa destaca que se han producido ciertos "factores internacionales que han contribuido a provocar la guerra". Recordó "que un jefe de Estado, en diciembre del año pasado, vino a decirme que estaba muy preocupado porque la OTAN había ido a ladrar a las puertas de Rusia sin entender que los rusos son imperiales y temen la inseguridad fronteriza".