Francisco visita la isla de Lampedusa
Su primer viaje fuera de la península italiana, el Papa Francisco ha querido reservarlo a una de las áreas geográficas y humanas más trágicas, la isla de Lampedusa. En sus aguas ha arrojado una corona de flores en memoria de cada una de las víctimas que cada año se cobra el mar.
El Papa ha querido abrazar a los que la guerra, el hambre o la desesperación les obliga a abandonar sus casas y sus países y buscar refugio en la llamada "puerta de Europa". En el muelle del puerto, el Papa Francisco saludó, uno a uno, a un grupo de inmigrantes.
Poco después celebró una misa en un estadio donde 15.000 personas le acogieron con entusiasmo. En su homilía, el Papa ha condenado lo que ha definido como globalización de la indiferencia. "Te pedimos perdón por aquellos que con sus decisiones a nivel mundial han creado las situaciones que conducen a estos dramas", ha dicho.
El Papa ha regresado ya al Vaticano. Su visita a Lampedusa ha durado seis horas. Una isla en la que durante los últimos años han desembarcado más de cien mil inmigrantes, de los más pobres del planeta.