Coronavirus
Hoy ha comenzado una Semana Santa inédita debido a la crisis del coronavirus. Mientras la población se encuentra confinada en sus casas, solo un pequeño grupo de religiosos han acompañado al Papa en la celebración litúrgica del Domingo de Ramos.
Este reducido grupo de religiosos, que ha respetado la distancia de seguridad en todo momento, ha presenciado una liturgia celebrada en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro y no en la plaza vaticana como es habitual, debido a la ausencia de fieles por la crisis del covid-19.
"El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor. De este modo, en casa, en estos días santos pongámonos ante el Crucificado, que es la medida del amor que Dios nos tiene", ha dicho el Papa Francisco durante la ceremonia.