TRAS DÍAS DE ESPERA
La Policía italiana elevó el sábado a 43 el número de víctimas por el desastre del colapso del puente en Génova tras el hallazgo entre los escombros de los restos mortales de la última persona a la que se tenía por desaparecida. Se trata de Mirko Vicini, trabajador de 31 años de la municipalidad genovesa de Amiu.
Según publica el diario italiano Corriere della Sera, junto al lugar de los hechos ha habido durante todos estos días una mujer que no se ha movido de allí desde el martes por la mañana. Se llama Paola. Día tras día permanecía sentada en un rincón llorando y observando a los equipos de bomberos que transportaban las pilas de escombros.
De vez en cuando los detenía y les preguntaba: "¿Oyeron algo?". Es la madre de Mirko Vicini, cuyo cuerpo sin vida ha sido hallado bajo los escombros. "No me iré de aquí hasta que lo encuentren", juró a todos ellos tan pronto como el viaducto se desplomó.
Paola y su pareja, Luciano, viven a un paso del viaducto derrumbado. El pasado martes estuvieron entre los primeros, bajo el diluvio, en llegar frente a las piezas gigantes del puente recién derrumbado. Mirko había llamado pocos minutos antes, sabían que él estaba de servicio allí, en la isla ecológica de Amiu, donde recoge basura.
Desde ese momento, para Paola, cada hora ha sido más insoportable que la anterior. Una espera difícil y tensa que ha finalizado con el peor de los desenlaces.