Coronavirus
Nuevas evidencias científicas han vuelto a situar al pangolín detrás de la pandemia por coronavirus. Un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong y de la Universidad de Shantou analizaron muestras de coronavirus en varios ejemplares malayos, que llegaron a China de contrabando, incautados hace tres años a más de 1.000 kilómetros de Wuhan, estaban infectados por virus genéticamente muy parecidos al SARS-CoV-2.
Este trabajo se suma a dos anteriores que también habían encontrado una conexión entre uno de los animales más amenazados del planeta y la pandemia global. En el estudio que publica 'Nature', señalan que, aunque ese grado de similitud no es suficiente para asegurar que este pequeño mamífero salvaje es el origen del brote, sí que demuestra que el pangolín es, junto al murciélago, huésped de estos virus. Por ello, piden que se prohíba inmediatamente su venta en los mercados de animales salvajes.
Diferentes estudios
No es la primera vez que el pangolín resulta sospechoso. Ya antes de la explosión de la pandemia, hubo algún estudio que encontró un virus de la familia Coronoviridae en pangolines malayos. De ahí el interés que estos animales han despertado entre los científicos. Un grupo de ellos ha estado estudiando tejidos y muestras de sangre de estos 18 ejemplares conservadas desde 2017.
Los resultados de su estudio, publicados en 'Nature', indican que seis de las 43 muestras contenían coronavirus con una elevada similitud genética al SARS-CoV-2.
Junto a determinadas especies de murciélago, los pangolines son los únicos mamíferos en los que se han detectado coronavíridos como el que ahora castiga a los humanos. El hecho de que distintos estudios con distintas muestras, algunas recuperadas a más de 1.000 kilómetros de distancia del epicentro de la pandemia, hayan encontrado estos virus en estos animales es también otro argumento de cargo.
Sin embargo, la similitud genética es muy alta pero no alcanza en ninguno de los estudios el 99%, un porcentaje que despejaría cualquier duda. Así que no basta para sentenciar al pangolín.
Animal intermedio
Por el momento, las pruebas de que se dispone sitúan al murciélago como reservorio del SARS-CoV-2. Pero para que el virus pase del murciélago al ser humano se necesita un animal intermedio. En el mercado de Wuhan, en el que se detectaron los primeros casos de coronavirus, se vendían todo tipo de animales salvajes, alguno de los cuales fue, posiblemente, el intermediario entre murciélagos y humanos. Sin embargo, como el mercado chino se desinfectó a fondo, los científicos no han podido descubrir con pruebas qué especie fue la culpable.