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Carnaval Rio de Janeiro

La pandemia obliga a cancelar un año más el Carnaval de Río de Janeiro

El avance de la variante ómicron provoca que, por segundo año consecutivo en más de un siglo, las comparsas callejeras no desfilen en varias ciudades brasileñas.

Río de Janeiro tendrá que volver a ver sus calles casi vacías durante el mes de febrero cuando hace tan solo dos años los colores y los bailes brillaban en cualquier rincón de la ciudad. El Carnaval vuelve a suspenderse por la pandemia. Las comparsas callejeras deberán guardar sus trajes a tan solo unas semanas de utilizarlos.

La variante ómicron del coronavirus no da un respiro en casi ningún país. A Brasil ha llegado más tarde, pero ha llegado y esta mutación del COVID-19 no dará tregua, precisamente, en uno de los meses más esperados del año. El alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, se ha visto obligado a dar una noticia que ha terminado por rematar el ánimo de los brasileños.

Imposible controlar la pandemia en el Carnaval

Pensar en aglomeraciones actualmente no es una opción en el país y, por eso, Paes ha admitido que, por la propia naturaleza del Carnaval de calle de la ciudad de Río de Janeiro, "no es posible hacer ningún tipo de control" para evitar que los casos de COVID-19 se propaguen.

Solo en Río, durante el 'carnaval de rúa', se reúnen poco más de 500 'blocos' (como se llama a las bandas y comparsas que desfilan) durante esos días y varias millones de personas les siguen por las calles de la ciudad. Mucha gente y mucha fiesta, esa es la esencia de los Carnavales, por lo que es prácticamente imposible controlarlos en plena pandemia.

Además, aunque parezca que la decisión se ha tomado de forma precipitada ya que queda más de un mes para lo que hubiese sido el Carnaval de 2022 (se iban a celebrar del 25 de febrero al 1 de marzo), el anuncio en estas fechas tiene su por qué: desde enero varios 'blocos' empiezan a desfilar y la pre-fiesta, que también es fundamental para los brasileños, empieza.

Los desfiles en el Sambódromo siguen en pie

Si antes decíamos que sus calles estarán casi vacías durante el mes de febrero es porque vacías del todo, no van a estar: los desfiles de las escuelas de samba en el Sambódromo siguen en pie. Sus enormes y vistosas carrozas, así como los disfraces, tintarán las calles de Río en el segundo mes del año.

Las autoridades consideran que aquí sí es más sencillo controlar los aforos y las restricciones para evitar contagios, porque, entre otros motivos, se exige la compra de entradas para verlos en el Sambódromo.

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