'Brexit'
Grupos unionistas han iniciado una escalada de violencia en Irlanda del Norte en la última semana. Las autoridades llaman a la calma y tratan de resolver un conflicto agravado por el 'Brexit'.
Irlanda del Norte vive desde hace una semana una escalada de disturbios por el descontento de sus residentes con el Acuerdo del 'Brexit'. El territorio británico sigue dentro del Mercado Único Europeo, a diferencia del resto del Reino Unido.
De hecho, la situación de Irlanda del Norte fue uno de los mayores escollos durante las negociaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Pero la fatiga por la pandemia del coronavirus y el 'Brexit' han avivado las tensiones en el territorio, con disturbios en áreas protestantes de la provincia que se han saldado con medio centenar de heridos y cuantiosos daños.
La noche del miércoles fue la más tensa, cuando violentos grupos unionistas incendiaron y secuestraron un autobús urbano en Belfast. Además, agredieron a un fotógrafo de prensa. Una violencia síntoma de la búsqueda del choque en la comunidad católica-nacionalista en las zonas que dividen a ambos bandos de la capital norirlandesa, las "líneas de paz".
Los Gobiernos llaman a la calma
La violencia de los últimos días ha alarmado a los Gobiernos de Belfast, Dublín y Londres, que coinciden en hacer un llamamiento a la calma.
El Ejecutivo norirlandés ha pedido el fin de los "deplorables" ataques contra los funcionarios en los que se implica a grupos paramilitares leales a la Corona británica.
Además, algunos observadores atribuyen la escalada de violencia al enfrentamiento entre la policía autónoma y el Partido Democrático Unionista, molesto por la negativa de las autoridades a imputar al Sinn Féin, brazo político del inactivo IRA, por su asistencia al funeral de un líder paramilitar a pesar de las restricciones por el coronavirus.
También el primer ministro británico, Boris Johnson, ha llamado a la calma y ha insistido en que la única forma de resolver las "diferencias" es "a través del diálogo, sin violencia o criminalidad". De momento, Londres está abordando la situación a través del ministro para Irlanda del Norte, que hoy se ha reunido en Belfast con los partidos políticos.
El 'Brexit', problema de fondo
El problema que ha hecho saltar la tensión es que la comunidad unionista-protestante desecha el controvertido protocolo irlandés incluido en el Acuerdo del 'Brexit'. Gracias a él, las mercancías que cruzan entre la provincia y el Reino Unido deben someterse a controles aduaneros, con una nueva carga burocrática que ha provocado la escasez de productos.
Aunque la solución fue diseñada precisamente para evitar los problemas de una nuevca frontera terrestre en Irlanda, los unionistas creen que pone en jaque su relación con Londres, especialmente porque los nacionalistas han redoblado sus esfuerzos para lograr la reunificación de la isla.