Palestina
Se reclama a Naciones Unidas (ONU) una investigación internacional e independiente para esclarecer los hechos de la muerte de la periodista de Al Jazeera.
La reportera de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, murió por disparos del Ejército israelí en Yenín, Cisjordania. Así lo indicó la Autoridad Palestina el pasado miércoles. Tanto la cadena como las autoridades acusan a los militares de matarla "a sangre fría" de un disparo en la cabeza.
Su muerte ha sido la chispa que ha hecho estallar Palestina. Se reclama a Naciones Unidas (ONU) una investigación internacional e independiente para esclarecer los hechos.
Abu Akleh era una conocida periodista que había trabajado para la agencia para los refugiados palestinos de la ONU, hasta llegar a Al Jazeera en el año 1997. Familiares, amigos y compañeros de profesión lloran su pérdida. Cientos de palestinos la han acompañado para despedirse de ella.
"Siento una gran pérdida, hablé con ella hace solo diez días", dice un periodista que trabajaba con la reportera, Abdel Kader Daamish. Otro compañero, en Jordania, indica que "hacemos responsable de este crimen a la ocupación israelí".
Se condena el asesinato
La Unión Europea (UE)respalda la petición y "condena enérgicamente el asesinato", a través de un portavoz del Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell.
En cambio, el Ejército israelí no se responsabiliza del asesinato. El teniente general, Aviv Kochavi, dice que la periodista "se encontraba en zona de combate" y que no "podemos determinar de quién fue el fuego que la hirió". Pero insisten en que se investigue. "Hay testigos en este crimen, debería considerarse un crimen de guerra. La mataron a sangre fría", dice el jefe del sindicato de periodistas en Irak, Mouayyad Al-lami.
En el momento de su muerte, Abu Akleh llevaba un chaleco antibalas identificado con la palabra "prensa" y un casco. Sin embargo, la bala le alzancó por debajo de la oreja.