McCann
La madre, Kate McCann, asegura que los secuestradores de su hija sabían que los niños estaban solos en la habitación por las anotaciones en un libro de reservas.
La pequeña Madeleine McCann desapareció en el Algarve portugués en 2007, hace más de 15 años. Desde entonces hay varias incógnitas alrededor del caso, incluso las autoridades portuguesas pusieron el foco de atención en los propios padres de la pequeña, que tenía tres años cuando desapareció, como "sospechosos" de su desaparición entre el 6 de septiembre de 2007 y julio de 2008.
También se centró la atención en un ciudadano alemán, Christian B., que fue acusado a finales de abril por su presunta relación con la desaparición de la hija de los McCann, antes de que se cumplieran 15 años del suceso.
Años más tarde, los detalles sobre este caso que dio la vuelta al mundo siguen sin esclarecerse. Durante los últimos meses, una joven polaca habría asegurado ser la niña secuestrada en un complejo turístico en Praia da Luz, cuando estaba de vacaciones con su familia. Sin embargo, ella misma lo desmintió poco después.
Los secuestradores sabían que los niños estaban solos, según Kate McCann
¿Cómo desapareció Madeleine McCann? La niña estaba de vacaciones con sus padres, Gerry y Kate, y sus hermanos en un apartamento del Algarve portugués en mayo de 2007. El día de la desaparición, los padres cuentan que salieron a cenar con unos amigos a un restaurante cercano al alojamiento y que se iban turnando para acercarse al apartamento para ver cómo se encontraban los pequeños. Cuando Kate lo hizo, descubrió que Madeleine había desaparecido
Según informa el 'New York Post', la madre, Kate McCann, está convencida de que los secuestradores supieron que sus hijos estaban solos en la habitación por los apuntes del libro de reservas del restaurante donde cenaban en ese momento.
Ya en el libro publicado, Madeleine: Our Daughter's Disappearance and the continue search for her, la madre cuenta que ellos pidieron que los pusieran siempre en la misma mesa: la que tuviera la mejor vista de los apartamentos para así poder vigilar a los pequeños. Al parecer, tras la desaparición de la menor, la madre descubrió lo que la persona que anotó la reserva escribió en el libro de reservas, que estaba abierto a la entrada del restaurante, visible para cualquier persona y que los secuestradores sabrían así que los niños estaban en la habitación sin supervisión.
"Para mi horror, vi que, sin duda, con toda inocencia y simplemente para explicar por qué estaba rompiendo un poco las reglas, la recepcionista había agregado el motivo de nuestra solicitud: queríamos comer cerca de nuestros apartamentos mientras dejábamos a nuestros niños pequeños solos allí y los revisábamos de forma intermitente. Ahora lo lamentamos amargamente y lo haremos hasta el final de nuestros días", afirma la madre en su libro.