CONMOVEDORA HISTORIA ENTRE PADRE E HIJO
La historia de Josh Marshall y su hijo Gabriel ha conmovido a las redes sociales. Josh vivía en Kansas con su hijo, eran una familia como cualquier otra, hasta que un día un tumor apareció en sus vida. El pequeño Gabriel, con siete años entonces, le fue diagnosticado un astrocitoma anaplásico, un tumor cerebral maligno, y tenía que ser operado inmediatamente.
Tras la operación, al pequeño le quedó una cicatriz en la cabeza que le hizo perder la confianza en sí mismo. El menor, tal y como recoge un post de Facebook, se sentía como un monstruo, algo que a su progenitor le entristecía.
Por ese motivo, Josh decidió tatuarse la misma cicatriz en la cabeza que su hijo para ayudarle a recuperar la confianza.
Ahora, la instantánea se ha vuelto viral, después de que Josh participara en un concurso con el hashtag #BestBaldDad (#MejorPadreCalvo) de la fundación St. Baldricks.