TRAS LA LIBERACIÓN DE SU HIJA
Ha sido un largo cautiverio en el desierto, con final feliz. Monserrat Serra, de 42 años, y Blanca Thiebaut, de 32, han regresado débiles, pero fuertes de ánimo, tras pasar 21 meses secuestradas. Hoy las flores no dejaban de llegar a la casa de Blanca en Madrid. La hermana de Blanca, Inés Thiebaut, pide que hay que "cuidarlas y ayudarlas a adaptarse de nuevo a la vida en libertad".
Y eso hará Monserrat en Palafrugell, un pueblo de la costa Brava donde los vecinos respiraba aliviados por su liberación. En su casa, tras una largisima espera, la alegría era incontenible. "Parecía que no iba a llegar nunca y hoy nos han dado la buena noticia", ha asegurado Pere Serra, padre de Montserrat a un equipo de Antena 3.
Han tenido que pasar 644 días en los que el Gobierno, Médicos Sin Fronteras y la familia, han afrontado unas duras, largas y discretas negociaciones. Tanto que en los últimos meses no se sabía nada de ellas. La ONG se niega a hablar de las informaciones que apuntan a un pago millonario.
"Si empezáramos a hacerlas publicas pondríamos en peligro a otros secuestrados que ahora mismo en Somalia, y cuyas liberaciones se están negociando y gestionando" ha expresado José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras.
Monserrat y Blanca han estado en poder de delincuentes probablemente vinculados a piratas somalíes. El temor por sus vidas durante el secuestro ha hecho que Médicos Sin Fronteras se replantee el papel de la ONG en el país.