Invasión rusa de Ucrania
Desde la OTAN, se avisa de las posibles consecuencias que tendría una guerra nuclear si finalmente estallara: "Rusia debe entender que no ganará nunca una guerra nuclear".
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha elevado el tono y advierte a Rusia de que no podrá ganar una guerra nuclear de ninguna manera, si se diera el caso de que finalmente se desatara un conflicto en estas circunstancias: "Cualquier uso de armas nucleares cambiará la naturaleza del conflicto. "Rusia debe entender que no ganará nunca una guerra nuclear".
Estas declaraciones se producen en medio de la incertidumbre provocada por el retroceso de las tropas rusas, cuya capacidad de conquistas territoriales está siendo mucho menos grande de lo esperado, dada la poca capacidad que están teniendo las Fuerzas Armadas de Rusia para controlar ciertas regiones que están volviendo a recuperar los ucranianos.
Este pasado martes, el secretario de prensa del Gobierno de Rusia, Dmitry Peskov, dio unas alarmantes declaraciones, asegurando en una entrevista a la cadena CNN que Rusia no descartaba emplear armas nucleares si viera "una amenaza existencial". Concretamente, sobre si podrían llegar a usarlas, dijo que "si se da una amenaza existencial, entonces podría ser".
Temor a las armas biológicas y químicas
Occidente teme que Rusia opte por emplear armas químicas en Ucrania, como ya se le acusó en su momento de hacerlo en Siria, en complicidad con el régimen de Bashar al-Ásad. Los organismos internacionales han querido llevar en reiteradas ocasiones el uso de estas armas ante la justicia internacional, aludiendo que constituyen un crimen de guerra.
El otro problema que observan es el de las armas biológicas. Su posible uso en la guerra podría llegar a ser considerado como bioterrorismo si se diera el caso de que Rusia decidiera atacar con un agente tóxico, virus u otro derivado biológico para lograr vencer en la guerra, tal y como lo están intentando ahora, aunque por el uso de la fuerza militar.
La gran novedad de esta semana será la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Europa. Se reunirá en Bruselas con varios líderes internacionales para la cumbre de la OTAN y, el próximo viernes, viajará a la frontera de Polonia con Ucrania, casi al lado de la guerra, para comprobar de primera mano la dramática situación que viven los refugiados ucranianos.