CUMBRE DE LA OTAN
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica han dado luz verde este jueves a un paquete de acciones para aumentar la implicación de la OTAN en la lucha contra el terrorismo, entre las que figura que la organización se sume como miembro a la coalición internacional contra Daesh en Siria e Irak y la creación de una nueva célula para mejorar el intercambio de información de Inteligencia sobre combatientes extranjeros.
La cumbre de la Alianza ha estado marcada por el atentado del lunes en Mánchester y las polémicas filtraciones por parte de Estados Unidos de información que podría haber perjudicado las investigaciones sobre el ataque.
La primera ministra británica, Theresa May, ha admitido que Estados Unidos es el "aliado más estrecho" de Reino Unido en la cooperación en Inteligencia pero ha dejado claro que la confianza se basa en parte en "saber que la inteligencia se pueden compartir de forma confidencial" y ha aprovechado para trasladar a Trump que la Inteligencia que se comparte "debe estar protegida".
El mensaje se lo ha transmitido cuando los líderes se han juntado para la foto de familia, antes del arranque formal de la cumbre, según han confirmado fuentes de Downing Street, que han asegurado que ambos se han "acercado mutuamente" al otro. "Compartir inteligencia es de gran importancia. Se basa en la confianza", ha reconocido el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
"El reciente ataque en Mánchester en Reino Unido demuestra la profundidad del mal al que nos enfrentamos con el terrorismo", ha alertado Trump. "Ha sido un ataque bárbaro y salvaje contra nuestra civilización", ha denunciado, lamentando que "muchas vidas preciosas" se han perdido.
"Hay que cortar el terrorismo de raíz o el horror que se ha visto en Mánchester y tantos otros lugares seguirán ocurriendo siempre", ha avisado el mandatario estadounidense, que ha defendido que "todas las personas que defienden la vida deben unirse para encontrar, exponer y eliminar a estos asesinos y extremistas", que "son perdedores", y ha dejado claro que la OTAN debe centrarse "más" en la lucha contra el terrorismo y la inmigración. "Allá donde existan en nuestras sociedades, debemos expulsarles y nunca, dejarles volver", ha dicho.
Stoltenberg ha defendido que la entrada de la OTAN en la coalición global contra Daesh "enviará un mensaje político fuerte del compromiso de la OTAN en la lucha contra el terrorismo y mejorará la coordinación en el seno de la coalición". "Pero no significa que la OTAN se implicará en operaciones de combate", ha zanjado el exprimer ministro noruego.
Los aliados también han dado luz verde a ampliar el apoyo directo que prestan a la coalición global con un avión de alerta temprana AWACS de la OTAN en la zona -que realiza vuelos de vigilancia y recaba información de la situación desde el pasado octubre- para que asuma también tareas de gestión del tráfico aéreo y contribuir así a mejorar la seguridad aérea. El avión también hará "más horas" de patrullas aéreas. Para ello, Estados Unidos e Italia han ofrecido reabastecerlo para que sea posible, han explicado fuentes aliadas.
La OTAN no asumirá en ningún caso el mando y control para aviones de combate ni para coordinar ataques aéreos contra Daesh, una línea roja para varios países, incluidos Alemania y Francia.
Los jefes de Estado y de Gobierno también han aprobado poner en marcha "una nueva célula" para "mejorar" el intercambio de Inteligencia antiterrorista, también sobre combatientes extranjeros, y el nombramiento de un coordinador especial en la OTAN para "supervisar" los esfuerzos de la Alianza en la lucha antiterrorista.
También han acordado explorar una mayor utilización de los equipos móviles de fuerzas especiales de la OTAN y del Cuartel General de Fuerzas Especiales de la Alianza Atlántica para entrenar a fuerzas locales en la lucha contra el terrorismo.
Eso sí, debido a las reservas de Francia de costear la mayor implicación de la OTAN en la lucha contra el terrorismo a través de financiación común, los aliados han acordado dejar para "más adelante" resolver esta cuestión, han explicado fuentes aliadas. "La OTAN intentará acomodar el coste de las actividades adicionales dentro de los recursos existentes este año. Las actividades futuras requerirán recursos adicionales de fuentes nacionales o presupuestos de la OTAN", han explicado.
Los jefes de Estado y de Gobierno también han acordado, a petición de la Administración estadounidense, elaborar planes nacionales de defensa cada año para dar cuenta de cómo van cumpliendo la meta pactada en la cumbre de Gales en 2014 de elevar el gasto en defensa al 2% del PIB en una década y destinar el 20% del presupuesto a investigación y desarrollo. Washington ya les reclamó hace meses tenerlo un plan listo antes de final de año.
También deberán detallar en los planes sus esfuerzos para dotarse de las capacidades requeridas acordadas en el proceso de planeamiento de la defensa de la OTAN y las contribuciones que harán los países a las operaciones de la Alianza, algo en lo que han incidido especialmente España, uno de los más activos en las operaciones aliadas.
España será el segundo país de la OTAN que menos porcentaje de su Producto Interior Bruto (PIB) destinará a gasto en defensa en 2016, el 0,90%, sólo por delante de Luxemburgo (0,42%), según cifras de la OTAN de marzo. La OTAN publicará cifras actualizadas en junio y estimaciones de gasto en 2017. Sólo Estados Unidos, Grecia, Reino Unido, Estonia y Polonia cumplen la meta del 2%.
"Los miembros de la OTAN deben contribuir por fin su cuota justa y cumplir sus obligaciones financieras. Pero 23 de 28 miembros de la OTAN todavía no están pagando lo que deben y deberían estar pagando por su defensa", ha avisado Trump a sus homólogos en la Alianza durante la ceremonia de inauguración de un memorial del atentado del 11-S.