En Francia
Más de 200 ovejas han muerto en los Pirineos después de que fuesen sorprendidas por un oso pardo. El oso atacó a una de las ovejas y las otras 209 del rebaño entraron en pánico y se arrojaron a un acantilado de 200 metros de altura en la frontera entre Francia y España. Al día siguiente se encontraron 169 ovejas en el acantilado de Lladorre, según informa 'The Guardian'.
"El pastoralismo no es compatible con la reinserción de grandes depredadores"
Se cree que las ovejas pertenecían a un agricultor de Couflens, en el suroeste de Francia, y, aunque el Gobierno francés vaya a compensar al granjero, se ha provocado una protesta general en las agrupaciones. "El pastoralismo -que protege la biodiversidad y mantiene vivas las montañas- no es compatible con la reinserción de grandes depredadores", defiende la Confederación Paysanne de Ariège de agricultores.
La última hembra oso pardo de los Pirineos murió en 2004 tras ser atacada por unos cazadores. El Gobierno francés ha llevado a cabo un programa de repoblación desde principios de los 90, utilizando osos de Eslovenia. Actualmente se cree que hay unos 30 osos pardos en la región. Los osos han vuelto a formar parte de la fauna de la montaña durante las tres últimas décadas después de que se convirtiesen en un blanco para los cazadores.