Guerra Israel-Hamás
No hay tregua. Los bombardeos israelíes son continuos sobre la franja de Gaza cuando se cumplen cien días del ataque sorpresa de Hamás contra varios Kibutz y un festival de música tecno, que desencadenó esta guerra. Israel ha vuelto a dejar claro que mantendrá la ofensiva por tiempo indefinido.
El pasado 7 de octubre, Hamás lleva a cabo el peor ataque terrorista sufrido por Israel en toda su historia. Centenares de hombres armados irrumpen en varios kibutz y en un festival de música electrónica al que asisten miles de jóvenes. 1.200 personas fueron asesinadas y otras 240 fueron tomadas como rehenes en una ofensiva a la que se sumó Hezbolá desde Líbano.
"Israel está en guerra", afirma entonces el primer ministro, Netanyahu, y la respuesta no tarda en producirse. Desde ese momento, los bombardeos sobre la Franja son permanentes: viviendas, escuelas, hospitales son arrasados. El Ejército hebreo asegura que ocultan una tupida red de túneles donde se esconden los islamistas y donde se encuentra la mayoría de los rehenes. Al menos, 23.000 palestinos han perdido la vida, mientras los hospitales no dan abasto para atender a decenas de miles de heridos.
La situación humanitaria es dramática. Cerca de dos millones de personas no tienen donde refugiarse. Naciones Unidas ha alertado del riesgo de hambruna, epidemias y de que este conflicto se extienda a otros países como Yemen o Siria.
Cien días en los que la violencia se ha detenido brevemente para intercambiar prisioneros, pero sin esperanza de un fin próximo.