Aguas radiactivas
Japón ha recibido un informe de la OIEA para liberar en el océano agua radiactiva tratada de la planta de Fukushima.
Japón acaba de recibir un informe positivo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre su plan para liberar en el océano agua radiactiva tratada de la planta de Fukushima, destruida por el tsunami de 2011, a pesar de la feroz resistencia de China y cierta oposición local.
El director general de la OIEA, Rafael Grossi, manifestó en una rueda de prensa en Tokio que tendrá el "honor" de presentar personalmente el informe de la agencia sin dar más detalles sobre cuál era su evaluación. A lo largo de los años, algunos países vecinos como China y Corea del Sur se han quejado de la amenaza para el medioambiente marino y la salud pública, con Pekín emergiendo como el mayor crítico del plan.
Desde Japón no se ha especificado una fecha para comenzar la liberación de agua, que tardará entre 30 y 40 años en completarse, pendiente de la revisión de la OIEA y la aprobación oficial del organismo regulador nuclear japonés. La última palabra del regulador nuclear podría llegar esta semana.
Sin embargo, frente a esta medida, China ha pedido la suspensión de un plan japonés para comenzar a liberar en el océano Pacífico agua radiactiva de la planta nuclear de Fukushima destruida por el tsunami.
Las comunidades pesqueras japonesas locales también se han opuesto al plan, ya que han asegurado que destruirá más de una década de trabajo en la reconstrucción de su industria. Y es que el plan involucra 1,3 millones de toneladas de agua que se utilizaron para enfriar las barras de combustible de la planta de Fukushima, que resultó dañada por un terremoto y un tsunami masivos en 2011.
Por su parte, las autoridades surcoreanas han manifestado su voluntad de vetar los productos pesqueros procedentes del área de los vertidos "indefinidamente". Tras su visita a Japón, el director general de la agencia nuclear de la ONU viajará a Corea del Sur para analizar la situación.