Estados Unidos
La mujer se dio cuenta de que las coordenadas de la llamada eran las mismas que las de su domicilio.
Marisa Anderson, una operadora del servicio de Emergencias 911 de Wisconsin, Estados Unidos, recibió una llamada durante su jornada laboral que nunca imaginó tener.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de junio, cuando la mujer se encontraba en su puesto de trabajo atendiendo a las llamadas de emergencia de los ciudadanos. En un primer momento Marisa no se dio cuenta de que quien estaba al otro lado de la línea era su propia hija Emma, de 17 años.
"Mamá, mamá, hay llamas saliendo de la casa", le dice gritando la menor cuando Marisa la atiende. "¿Incendio en una casa?¿cuál es la dirección?", pregunta inmediatamente la mujer, todavía sin darse cuenta de que se trata de su propio domicilio.
Después de varios minutos de conversación la mujer reconoce las coordenadas de su residencia. "¿La casa está en llamas?", se escucha preguntar alterada al confirmar la noticia.
Tras ello les pide a sus hijos que se queden fuera de la casa para mantenerse a salvo, mientras le cuenta a otra compañera lo que está pasando: "Es mi casa", explica.
Rápidamente la mujer solicita el relevo para poder trasladarse hasta su domicilio. "Espera, mamá llegará pronto", le dice Emma a su hermano menor, Landon, de 12 años.
Afortunadamente, los menores no resultaron heridos, aunque las mascotas de la familia fallecieron en el incendio.
"Estoy increíblemente orgullosa de ellos. Lo hicieron exactamente, especialmente mi hijo, hizo exactamente lo que le enseñaron y eso es mucho para un niño de 12 años. Tuvimos mucha suerte de que Landon salió de la casa, sacó a todos los demás, llamó al 911 y se quedó fuera de la casa. Cuando vamos a las escuelas en el otoño para la semana de prevención de incendios, esto es exactamente lo que les decimos a los niños", ha relatado Anderson a la cadena WGBA.
Los investigadores creen que las llamas se iniciaron por un cable eléctrico. Ahora, la familia se ha quedado sin nada por lo que la Asociación de Jefes de Bomberos del Condado de Door ha donado $2.000 para ayudarlos.
"Probablemente, sea una ironía trágica que la persona que nos ayuda a ayudar a otros, ese día necesitaba ayuda", ha reconocido el jefe de bomberos del condado de Southern Door, Rich Olson.