Beirut
La cronología de la 'Operación Nuevo Orden' de la inteligencia israelí para acabar con la vida del líder de Hizbulá.
Dos días después del bombardeo de Israel en los suburbios del sur de Beirut, las imágenes evocan un escenario apocalíptico. Ahora solo hay cráteres y escombros. En el subsuelo se encontraba el objetivo: el cuartel general de la milicia chií Hizbulá con su líder Hasán Nasrala.
Su muerte trastoca el devenir de la guerra con Israel. Fue una operación secreta y sofisticada en el corazón del barrio de Dahiya conocida ahora como 'Operación Nuevo Orden'. Las fuerzas de seguridad israelíes golpearon al movimiento en lo que se define como una de las operaciones militares más significativas que se había iniciado muchos meses antes. Israel llegó a lanzar 80 bombas durante varios minutos contra seis edificios.
El gobierno israelí llevaba tiempo siguiendo los movimientos de Nasrala, que se encontraba en localizaciones desconocidas desde 2006. A pesar de ello y según 'Al Monitor', desde el pasado 7 de octubre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había llegado a frenar la operación en dos ocasiones hasta esta semana. Según fuentes de seguridad israelíes, el ex jefe de inteligencia, Aaron Haliva, había planteado la posibilidad de este ataque el pasado 11 de octubre. El miércoles, Netanyahu, el ministro de Defensa y otros jefes de distintos organismos de seguridad mantuvieron una reunión para que el primer ministro aprobara el bombardeo sin éxito. Un día después continuaron las presiones, pero no fue hasta el viernes hasta que se decidió ejecutar el ataque.
Netanyahu se encontraba en Nueva York por aquel entonces para participar en la Asamblea General de la ONU. Antes de su discurso, el primer ministro israelí ya había ordenado el ataque. Netanyahu advirtió a Hizbulá y a Irán en su discurso que "no hay ningún lugar que Israel que no pueda alcanzar. Como publica 'The Jerusalem Post', durante el trayecto del primer ministro israelí a Estados Unidos en el avión 'Ala de Sion' se celebraron varias consultas de seguridad sobre la situación en el Líbano. Netanyahu coordinó los preparativos desde su habitación del hotel, siguiendo consultas con el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, el Jefe de Estado Mayor de las FDI, Herzi Haleví, y el Jefe del Mossad, David Barnea.
Una última consulta fue decisiva para dar luz verde al ataque. El comando de la Fuerza Aérea recibió la autorización y un gran número de aviones de combate despegaron. Las bombas antibúnker fueron suficientes para penetrar las defensas subterráneas. El ataque fue monitorizado en tiempo real por drones que transmitían imágenes en directo. Las bombas fueron lanzadas después de su discurso, sobre las 18:00 horas, una hora menos en España. Poco después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaban de que habían bombardeado el cuartel general de la milicia chií. Según el diario israelí 'Haaretz', el objetivo de esa visita era mostrar la sensación de que operaban con normalidad y que nadie sospechara. Este gesto fue interpretado por Hizbulá como una señal de que Israel estaba concentrado en sus relaciones exteriores y no en ellos, por lo que los líderes del grupo bajaron la guardia.
Hasta seis construcciones se desplomaron, matando a varias personas e hiriendo a más de 90; un balance que podría aumentar debido a las personas desaparecidas.
La 'Operación Nuevo Orden' fue llevada con éxito. Para ello, los agentes israelíes tuvieron que seguir patrones de comportamiento de Nasrala durante meses. Se trata de una táctica similar a la que llevó la CIA para terminar con la vida de Osama bin Laden. "Han utilizado señales, inteligencia humana, imágenes... Todas esas piezas se han unido y han determinado no sólo dónde estaba, sino también a qué horas entraba y salía de estos lugares", ha explicado un analista militar y coronel retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, a la 'CNN'.
El Pentágono aseguró que no fue informado con anterioridad de los bombardeos israelíes. "No recibimos ningún aviso con antelación", indicó la subportavoz del Pentágono, Sabrina Singh.
Tras el ataque, Hizbulá confirmó la muerte de su líder, así como de otros comandantes. Ahora, Israel da por hecho que el primo de Nasrala, Hashem Safi al Din, será el nuevo líder de la organización. El ataque ha tenido repercusiones y reacciones en la comunidad internacional. Varios países árabes han condenado el ataque, pero otros han asegurado que Israel "empuja a toda la región a una catástrofe abierta", tal y como ha asegurado Irán.
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