AL MENOS 58 MUERTOS
La Comisión de la ONU que investiga los crímenes en el conflicto sirio dijo que es "imperativo" que los autores de ataques con armas químicas sean juzgados, tras un supuesto nuevo bombardeo de este tipo ocurrido hoy en la provincia de Idleb.
Tras condenar este último ataque contra la localidad de Jan Shijún, al sur de Idleb (noroeste de Siria), los comisionados de la ONU indicaron que las informaciones recibidas dan cuenta de un gran número de heridos, incluyendo niños, y que los datos preliminares apuntan a la utilización de armas químicas.
"La Comisión está actualmente investigando las circunstancias que rodean este ataque, incluido el supuesto uso de armamento químico y el ataque posterior de un hospital donde fueron heridas personas que recibían tratamiento", dijeron los comisionados mediante un comunicado.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, ha responsabilizado al régimen de Bashar al Assad del ataque químico perpetrado en la región siria de Idlib y ha lamentado que el Gobierno de Siria siga contando con la "complicidad" de sus aliados "para beneficiarse de una impunidad intolerable".
"Como en Ghuta, el 21 de agosto de 2013, Bashar al Assad la toma con los civiles utilizando medios prohibidos por la comunidad internacional", ha denunciado el mandatario galo, en un comunicado en el que ha anticipado que, "una vez más, el régimen sirio va a negar la evidencia de su responsabilidad en esta masacre".
También como en 2013, "Bashar al Assad cuenta con la complicidad de sus aliados para beneficiarse de una impunidad intolerable", ha añadido Hollande. El presidente ha advertido de que "los que apoyan a este régimen" deben analizar "su responsabilidad política, estratégica y moral" en las atrocidades que se siguen cometiendo sobre el terreno.
El Gobierno de Estados Unidos también ha condenado el "reprobable" supuesto ataque químico y ha alertado de que "no puede ser ignorado". El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, subrayó ante los periodistas que los "actos atroces" del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, son consecuencia de la "debilidad" mostrada por el Gobierno del exmandatario estadounidense Barack Obama