MALI | HAN CERRADO LAS FRONTERAS AÉREAS Y TERRESTRES
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, "ha instado a los golpistas a abstenerse de realizar cualquier acción que pueda llevar a una mayor violencia y desestabilización del país", al tiempo que ha demandado la vuelta al 'status quo'.
En la misma línea, el presidente de la Asamblea General, Abdulaziz al Nasser, ha denunciado "todas las acciones violentas, la anarquía y el saqueo" sobre los que han informado los medios de comunicación.
El Consejo de Seguridad ha condenado "la ocupación del poder por la fuerza" en Mali, al tiempo que ha instado a los militares rebeldes a abandonar sus objetivos y, entretanto, a garantizar la seguridad del presidente, Amadou Toumani Toure.
"Los miembros del Consejo de Seguridad hacen un llamamiento para la inmediata restauración del orden constitucional y del Gobierno elegido democráticamente", reza el comunicado divulgado por el órgano colegiado.
Por su parte, el representante especial de Ban para Africa Occidental, Said Djinnit, ha subrayado la necesidad de que todas las partes implicadas en el conflicto se comprometan a abordar un diálogo político para garantizar la estabilidad del país.
Este jueves, los militares rebeldes que el miércoles se amotinaron y atacaron el palacio presidencial, anunciaron la disolución de las instituciones, la suspensión de la Carta Magna y el cierre de las fronteras terrestres y aéreas de Mali.
Una de las principales causas del motín es la escasez de pertrechos con los que cuenta el Ejército en su lucha contra el levantamiento tuareg en la región del Azawad, liderada por el Movimiento de Liberación Nacional del Azawad (MNLA), que ha conseguido hacerse con el control de más del 60 por ciento del territorio.
Los combates entre militares y tuareg han obligado a unas 80.000 personas a abandonar sus casas y huir hacia otras partes del territorio o hacia otros países, por lo que ahora carecen de vivienda, alimentos y otros insumos básicos.
En este contexto, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados se ha comprometido a ayudar a los desplazados. El mes pasado, solicitó 35,6 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria.