Naciones Unidas
En la madrugada de este jueves, la Asamblea General de la ONU condenaba la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Sin embargo, 4 países rechazaban la resolución y 35 optaban por la abstención.
El 30 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin firmaba de manera oficial la anexión de cuatro regiones del este de Ucrania a territorio ruso, pese a la oposición de la gran parte de la comunidad internacional, tras asegurar que una abrumadora mayoría de las urnas veían bien la adhesión.
Ahora, apenas dos semanas después, la Asamblea General de la ONU ha condenado, por una amplia mayoría, la anexión "ilegal" de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Con 143 votos a favor condenando las anexiones, la Organización de las Naciones Unidas lanza un mensaje casi unánime y contundente a Putin, que en estos momentos sigue bombardeando ciudades ucranianas tras el atentado en el puente de Crimea por parte del Ministerio de Defensa de Ucrania.
Sin embargo, la resolución contó con el voto en contra de 4 países (Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) y la abstención de más de una treintena, en concreto de 35. Entre estos últimos se encuentran Sudáfrica, Cuba, India o China, el gran socio de Putin que, a pesar de su cercanía, nunca se ha posicionado a favor de la contienda. Tampoco ha mostrado su condena públicamente. El Gobierno chino insiste en apostar por "el diálogo" y la diplomacia como solución a un conflicto que, por el momento, parece no dar tregua.
Con esta, se trata de la cuarta resolución que se presenta desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero, y recibe el respaldo de la mayoría de la Asamblea.
Rusia responde a las Naciones Unidas
Ante el apoyo casi unánime de la Asamblea General de la ONU, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha asegurado este jueves que esta aprobación es el resultado del "terror diplomático" ejercido contra los países miembros.
"Los métodos del terror diplomático fueron utilizados por Occidente, descaradamente, torciendo abiertamente los brazos de los países en desarrollo y amenazándolos con todo tipo de castigos", ha asegurado. "Entendemos todo perfectamente y la afirmación de los estadounidenses de que no presionan a nadie y que todos votan como quieren es mentira. Y ellos también lo saben".