POLÉMICO DOCUMENTAL
Diversas ONG han condenado categóricamente la última aparición televisiva de Sakineh Ashtiani, la mujer iraní sentenciada a muerte por lapidación, en una dramatización de los eventos que rodearon al asesinato de su marido emitida por la televisión oficial iraní, y en la que Ashtiani vuelve a reconocer su culpabilidad en la muerte de su esposo.
La cadena, que ayer se vio obligada a salir al paso de los rumores que apuntaban a la liberación de Ashtiani, aseguró que esta dramatización había contado con el permiso de las autoridades judiciales iraníes, que permitieron a la mujer abandonar la cárcel durante un breve período de tiempo para grabar sus escenas.
ONG como Amnistía Internacional han condenado la aparición de Ashtiani, que reconoce en el documental "haber planeado matar a su marido". "Los estándares internacionales para un juicio justo, de los que Irán es país firmante, garantizan el derecho a no ser obligado a autoincriminarse", recuerda Clare Bracey. "Una confesión televisada mediante permiso legal no hace sino convertir en una farsa el sistema legal iraní", añadió.
El documental recuerda que el caso contra Ashtiani sigue abierto, e incluye una entrevista con uno de los ayudantes del líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, quien asegura que hay "una buena probabilidad" de que se perdone la vida de la mujer.
No obstante, otras organizaciones como el Comité Internacional contra la Lapidación (ICAS, por sus siglas en inglés) lamentan profundamente aspectos como que el hijo de la condenada haya participado en el documental. "Es muy, muy triste que le hayan obligado a interpretar el papel de su padre fallecido en la reconstrucción del crimen. Es un escándalo", aseguraron portavoces al diario 'The Guardian'.